Por: Alejandro Gómez Sotelo.
Con un llamado a orar por la paz en Taxco, Guerrero y México, pero también para que la Semana Santa a efectuarse del 24 al 31 de Marzo se desarrolle con tranquilidad y en armonía, cientos de personas católicas mujeres y hombres participaron en la “Marcha por la Paz” convocada por la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, cuyo trayecto fue del punto de la garita hasta el centro de la ciudad donde se ubica la parroquia de Santa Prisca y San Sebastián.
Con los lemas “En esta cuaresma reconciliémonos con Dios y nuestros hermanos” y “Juntos como Iglesia oremos por la paz de nuestros pueblos”, la población participante en la procesión encabezada por el representante de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Benito Cuenca Mayo, el párroco, Tomás Martínez, y el decanato de Taxco, llevaba ropa blanca, rezaban pasajes bíblicos y mostraban cartulinas con capítulos de la sagrada escritura.
En su paso por las principales calles de Taxco, la comunidad católica hizo el llamado al resto de la población a sumarse solidariamente en oración por la paz por considerarla un elemento indispensable para la sociedad libre y en armonía, mientras que otros asistentes pedían a los vecinos adornar de blanco y amarillo sus balcones y fachadas de los lugares por donde pasaría la citada marcha.
A su arribo al centro histórico los representantes eclesiásticos realizaron una ceremonia en la parroquia de Santa Prisca y San Sebastián, donde se volvió a hacer la petición de paz para Taxco, Guerrero y México, mientras que a las afueras del recinto católico los visitantes mostraron asombro por la marcha.
Al hacer uso de la palabra el vocero de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Benito Cuenca Mayo, hizo un llamado a las instituciones de gobierno para generar condiciones de paz para toda la comunidad, pero también exhortó a la población a contribuir positivamente en la paz en todo el territorio, “todos debemos colaborar en ese propósito y convertirnos en verdaderos artesanos de la paz; de no haber paz con justicia, entonces la paz no sirve”.
Celebró que en la “Marcha por la Paz” se pudo alzar la voz y caminar por la ruta de la oración debido a que Jesús siempre estuvo adelante del contingente y por esa razón, la sociedad debe continuar sembrando la paz en el corazón de los demás.
Consideró que el sentimiento de incertidumbre no debería existir en la comunidad y para atenuar los efectos de esa situación, es necesario recurrir a la oración para fortalecer el corazón, alcanzar la paz y para que Jesús toque el corazón de todos.