Por: Alejandro Gómez Sotelo.
El ataque a balazos perpetrado por policías del gobierno estatal hacia dos alumnos de la normal rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, donde un joven de apenas 23 años de edad perdió la vida y otro resulto herido, podría ser la segunda parte de la tragedia vivida en el gobierno de Ángel Aguirre Rivero donde balas oficiales también terminaron con la vida de dos estudiantes, denunció Roberto Hernández Mojica, integrante de la Confederación Internacional del Trabajo en Guerrero (CIT).
Dijo desconocer si del gobierno estatal de Morena salió la orden de disparar a los normalistas en el libramiento al municipio de Tixtla, porque desde el momento del crimen han emitido boletines oficiales donde insisten en que el vehículo manejado por el joven fallecido, Rothan Gómez Peralta, tiene reporte de robo e incluso había arma y droga, en un intento desesperado por justificar el homicidio y proteger a los uniformados que participaron en la acción.
Hernández Mojica, habló de la existencia de muchas dudas sobre la versión del estado de que en el auto atacado por los policías estatales había droga y arma, así como el señalamiento de que hubo provocación y por eso abrieron fuego, “ellos están desesperados por proteger a los uniformados que accionaron sus armas y buscan a toda costa justificar el homicidio de un normalista; eso podría ser la segunda parte de lo vivido con el entonces gobernador, Ángel Aguirre Rivero”.
Consideró lamentable y sospechosa la falta de una postura firme y verdadera de la autoridad estatal sobre el ataque armado hacia dos normalistas de Ayotzinapa, porque si realmente no tuvieron relación con ese ilícito entonces tuvieron que dar la cara inmediatamente para despejar todo tipo de duda, en virtud que desde hace mucho tiempo han criminalizado a los alumnos de esa institución y propiciado un coraje de la sociedad hacia ellos, “aquí aplica eso de el que calla otorga”.
El integrante de la CIT en la entidad exigió una investigación formal, verídica y a fondo para llegar a la verdad de lo sucedido el pasado jueves, pero sin falsear información ni emitiendo informes ficticios y tendenciosos como ocurrió con el caso de la desaparición de los 43 normalistas, debido a que el ataque es reprobable por la alevosía y ventaja de los uniformados que siguen siendo protagonistas en los homicidios de estudiantes.
Roberto Hernández Mojica, expresó la solidaridad de la organización con las familias de los jóvenes agraviados y sostuvo que a los estudiantes de Ayotzinapa de bajos recursos e hijos de campesinos no se les debería criminalizar desde el gobierno, porque la mayoría de sus acciones son para buscar un complemento de sus estudios ante la apatía y abandono del estado.
Un normalista que habló con medios de comunicación sobre lo ocurrido, aseguro que de acuerdo con un peritaje el joven asesinado no consumió alcohol ni droga y tampoco disparo un arma de fuego como lo aseguró el gobierno de Guerrero.
La madre de Gómez Peralta sostuvo que su hijo fue ejecutado con un balazo en la cabeza por parte de los policías estatales, en tanto que la dirigencia de la normal rural denunció que el ataque hacia sus compañeros “fue por órdenes de arriba” y como consecuencia de las acciones de protesta realizadas en la capital del país por el caso de los 43 normalistas desaparecidos en el 2014, incluso, dijeron tener información de que los uniformados dispararon al vehículo sin motivo alguno.