Por: Alejandro Gómez Sotelo.
En medio de fuertes discusiones y resistencias para dejar el espacio, la micro empresaria de piezas de plata, Alicia de la Paz Ortiz Cuevas, fue destituida del puesto de encargada del Museo de Arte Sacro Virreinal “Casa Humboldt” y se conoció que ahora estará como responsable de una oficina en el Centro Cultural Taxco “Casa Borda”, donde además sería la responsable de administrar los baños públicos ubicados en el interior de ese recinto.
De manera discrecional el movimiento se pretendía realizar desde el viernes pasado por parte del gobierno del estado y llevar a cabo el proceso de entrega-recepción, sin embargo, la micro empresaria mostró molestia y resistencia para dejar esa encomienda, con el argumento de que primero debería hablar con sus líderes políticos presuntamente de Morena que radican en el municipio de Iguala; su lugar ya es ocupado por María Elena Ávila.
Desde la llegada de la ahora ex encargada de Casa Humboldt, la relación con el personal del recinto se tornó áspera al grado de que el dirigente de la sección II del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (Suspeg), Jesús Román Erazo, acusó a Ortiz Cuevas de violentar los derechos de por lo menos siete trabajadores basificados, así como de incurrir en maltrato y acoso laboral, con la advertencia de que cerrarían la institución como medida de protesta.
En Agosto del 2022, Alicia de la Paz Ortiz Cuevas permitió que en el interior del recinto cultural se efectuara un evento de promoción política a favor de la entonces jefa de gobierno de la Ciudad de México (Cdmx) y ahora virtual candidata de Morena a la presidencia del país, Claudia Sheinbaum Pardo, aún y cuando las leyes en la materia prohíben el uso de espacios culturales para fines político-partidistas.
Por esa situación, el cronista de la ciudad de Taxco, Wilfrido Martínez Loza, acusó a la entonces funcionaria de la Secretaría de Cultura de Guerrero (Secultura) de haber cometido delitos electorales, de violar leyes de protección a los monumentos históricos y atentar contra el patrimonio de los taxqueños, por lo que exigió fincarle responsabilidad legal y proceder a su destitución inmediata, “no debe quedar solamente en un llamado de atención o en impunidad”.
En ese mismo periodo de tiempo la catedrática de historia del arte e investigadora de la Universidad Autónoma de México (UNAM), Bertha Gilabert Hidalgo, denunció que Alicia de la Paz Ortiz Cuevas aceptó y promovió una sesión espiritista dentro de Casa Humboldt y para ello se colocó aceite en una de las piezas del recinto y rociaron con agua otras obras de madera, poniendo en riesgo el patrimonio histórico resguardado en ese lugar.
Incluso, reclamo que la entonces encargada del recinto utilizaba piezas antiguas del museo para fotografiarse y promoverse de manera personal, poniendo en peligro la integridad del acervo que por mandato de ley estaba obligada a custodiar y conservar.
Gilabert Hidalgo, envió una carta a la titular de la Secultura, Aida Melina Martínez Rebolledo, donde detalló que el recinto cuenta con piezas únicas del siglo XVIII, irremplazables y de una enorme relevancia histórica, pero por la irresponsabilidad e irreflexión de Ortiz Cuevas al aceptar y promover una sesión espiritista, no solamente faltó al respeto al cargo que debería honrar sino también violó la ley general de cultura y derechos culturales.
Fue más allá al considerar indignante que por frivolidad e ignorancia, una persona sin preparación alguna, sin experiencia ni conocimientos de conservación, manejo de museos, gestión cultural “y ni siquiera de sus más elementales obligaciones al ostentar un cargo de esa naturaleza”, dirija un museo estatal que en dos décadas ha sido referente de Taxco y exponga bienes de la nación a daños irreparables.